sexta-feira, 17 de fevereiro de 2017

Ciudad Barbara (Buenos Aires)

Un o dos deseos de mi vida...
Un amor temprano y quedarme caminando,
pues nel más oscuro que me fué
pude mirar el ser más puro hecho en usted.

El físicamente, el qual dicen lejano, no existió
por la vez que nos sentimos, del viejo señor, cercano.
Sin medo estoy a escribir, sin mi innata dolor.
Cosa que solamente hizo por la fuerza de su amor.

Aunque creo estar de pasaje mientras hay felicidad,
desearía la permisión perenne de seguir usted
desde mi señora oscuridad, hasta la luminosa eternidad.

No sé si respira exactamente los mismos aires,
pero a mi se muestran más bellos en nuestro baile,
trayendo en ellos nuestra alegría por esas calles.

Sólo miramos que no hace falta la oscuridad en nuestros aires.
Me gustaría hablar aquí acerca usted una vida o más,
pero así siendo, no desearía otra en cual no tendría certeza
que ella me regalaría esta singularidad perfecta,
mirada en la simplicidad con la que puedo a ti amar.

Por Carlos Fernando Rodrigues 

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